viernes, 11 de mayo de 2012

CASAS TOMADAS- SITUACION LEGAL Y ALTERNATIVAS

asi 4000 familias viven en la Capital en casas tomadas. La irregularidad tiene su correlato en la Justicia: entre 2008 y el año pasado, las causas ingresadas en el fuero penal porteño por usurpación crecieron un 61 por ciento. Según se desprende de un informe de la Dirección General de Estadísticas de la ciudad, el 0,32% de los hogares porteños -que el último censo contabilizó en 1.150.134- habita en casas ocupadas ilegalmente, o sea, 3738 familias. Los datos surgen de un muestreo realizado en 2008, lo que permite arriesgar que las cifras podrían ser hoy aún mayores, porque el acceso a una vivienda propia sigue siendo un problema de difícil solución en el área metropolitana. Junto con otras estrategias de supervivencia, como el alquiler de cuartos precarios en inquilinatos, hoteles y pensiones, las casas o edificios tomados suman el 5% del total de hogares (entendidos como grupos de personas que viven de un mismo ingreso, o sea, una familia) porteños, según el mismo informe. El 67% de estos hogares no tradicionales está situado en las comunas 1 (Retiro, Puerto Madero, San Nicolás, Montserrat, San Telmo y Constitución), 3 (Balvanera y San Cristóbal), 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya) y 5 (Almagro y Boedo). El caso del edificio de Parque Patricios desalojado esta semana no escapa a este diagnóstico La población que reside dentro de inquilinatos, hoteles, pensiones o casas tomadas representa el 17,3%, el 18,9%, el 21,7% y el 13,6%, respectivamente, del total de la población de cada comuna. De acuerdo con el mismo informe, en promedio los hogares o familias que habitan específicamente casas tomadas tienen tres integrantes. El 87,5% de estos hogares no tienen hacinamiento, entendido como la presencia de más de dos personas por cuarto, circunstancia que afecta al 12,5 por ciento. Deficiencias edilicias En cuanto a las características del hábitat, de entrevistas efectuadas a los ocupantes, surge que la iluminación natural resulta insuficiente durante el día y deben prender luz artificial en el 66,5% de los casos. En las viviendas tomadas, el 81,3% de las familias emplean para cocinar gas en garrafa, mientras que el 13,8% utiliza gas de red, siempre según el informe, que se basa en la Encuesta Permanente de Hogares 2008, sobre una muestra de 900 viviendas. Un dato importante es que muchas familias de casas y edificios tomados son conscientes de la situación irregular en la que transcurren sus días: para el 45,2% de los consultados, la principal desventaja de su modo habitacional es el "riesgo de ser desalojados en cualquier momento". En el mismo sentido, la falta de propiedad o de dominio como en un departamento y de un lugar propio preocupa a otro 22 por ciento. El 22,6% mencionó el hecho de tener que convivir con otras familias como el mayor perjuicio de residir en viviendas tomadas, mientras que el deterioro físico de la casa fue señalado por el 10,2 por ciento. Casi el 70% de las familias dijo no enfrentar ningún problema de convivencia. Un 15,5% se mostró incómodo por la falta de intimidad para usar el baño o la cocina o recibir visitas y un 14,9% se quejó por inconvenientes con vecinos y ruidos molestos. Como se dijo, la ocupación ilegal de inmuebles tiene su correlato en el crecimiento de las denuncias de los dueños legítimos de las propiedades, que reclaman el desalojo y el reintegro de las éstas. Según datos proporcionados por el Ministerio Público y el Poder Judicial porteños a LA NACION, la cantidad de causas abiertas por usurpación pasó de 579 en 2008 a 931 en 2011, lo que significa un aumento del 61%. No obstante, los expedientes estuvieron el año pasado por debajo del pico de 1181 registrado en 2009..

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